Publicado por Hermanas Oblatas en 17 octubre, 2020
Este domingo nuestra congregación celebra con alegría la festividad del Santísimo Redentor. Esto significa, de algún modo, tal como describe la superiora general, Lourdes Perramon, celebrar lo que somos y lo que estamos llamadas a ser.
En el contexto que vivimos actualmente y siguiendo lo intuido en el XXI Capítulo General, sabemos que aquello a lo que estamos llamadas implica un ejercicio colectivo de discernimiento para percibir los sueños y prioridades que han de dar rostro concreto a esa llamada y envío siempre nuevo.
Misión Oblata
La misión es el centro de la vocación oblata, tanto en la vida religiosa como laical. Es donde encontramos el sentido y la fuerza, conscientes de que es Jesús quien nos llama a configurar nuestra vida en favor de la misión.
Él, Jesús Redentor, es siempre nuestro referente. Necesitamos fijar los ojos en Él para entender y discernir el sentido de nuestra misión en el contexto actual.
Somos Oblatas del Santísimo Redentor, y estamos llamadas a seguir siéndolo, recreando este camino de redención que nos devuelve al estado de libertad interior desde el que serán posibles los desplazamientos personales, comunitarios e institucionales que nos proyecten hacia el Horizonte Capitular.
Imagem destaque: Cruz e flores - Jeff Jacobs | Pixabay