La misión evangelizadora de Jesús es llevada a cabo por las Hermanas Oblatas en el compromiso solidario y en el camino compartido con las niñas, los jóvenes y las mujeres que se encuentran en contextos de prostitución y/o en la lucha por las víctimas de la trata explotación sexual. Una misión que nos compromete a defender sus derechos,en la búsqueda de oportunidades de promoción e inclusión y nos lleva a establecer relaciones estrechas de complicidad, desde el reconocimiento y la igualdad.
Crisis socioeconómicas y humanitarias,junto con profundas transformaciones sociales, políticas y culturales,
demostrar cómo la pobreza, la exclusión estructural y la desigualdad tienen un impacto particular en las mujeres. Esto nos
desafía a
Mantenernos en dinámica de discernimiento, con una perspectiva global, para actualizar la comprensión de la misión
a la luz de los nuevos desafíos engendrados por la dinámica social y cultura.
Permanecer en el imperativo evangélico para entrar en contextos de exclusión y prostitución, con implicación profética, solidaridad real y afirmación del Dios de la vida.
Empeñarnos en la defensa de los derechos humanos, civiles, culturales y sociales de las mujeres en contextos de prostitución o en el enfrentamiento de la lucha junto a las víctima de trata con fines de explotación sexual, librándonos de una sociedad donde prevalece el preconcepto y el rechazo de este grupo de mujeres.
OBJETIVOS
Fortificar acciones de aproximación a la realidad concreta de las mujeres, que libres de preconceptos y estereotipos, crean vínculos que dan inicio a procesos de empoderamiento.
Engendrar servicios y acciones socio educativas que despierten potencialidades adormecidas en las mujeres, refuercen su autonomía e el crecimiento como líderes.
Crear, a través del trabajo en red con otras personas y grupos, puentes de justicia y solidaridad para que las mujeres consigan una inserción calificada y el pleno ejercicio de sus derechos como ciudadanas en su realidad.
Realizar un trabajo de sensibilización y concientización sobre la violación de los derechos de este sector social y, en articulación con distintas instituciones, desarrollar acciones de incidencia para mejoría de las políticas públicas.
Participar del trabajo en red con personas consagradas y otras organizaciones sociales, religiosas y políticas, fortaleciendo acciones de prevención, sensibilización, protección, asistencia y denuncia de la trata de personas.
