Celebramos la fiesta del Santísimo Redentor, con gran alegría y gratitud, el tercer domingo de octubre. Es un momento especial para la Congregación de las Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor, una oportunidad de reafirmar nuestra vocación y misión de seguir los pasos de Cristo en nuestro servicio a la humanidad.
En este día, recordamos las inspiradoras palabras de la Hermanas Analita Albani, escritas para el blog de la Pastoral Juvenil Vocación Oblata, que nos invita a reflexionar:
“Las oblatas somos invitadas, por vocación, a vivir en sintonía con el redentor, para anunciar el amor con todo nuestro ser. Abrir horizontes, modificar, transformar, generar nueva Vida. Todas necesitamos ser redimidas y esto es más que ver a Dios en otra persona, es ver a las otras personas con los ojos de Dios, desde la ética del amor, de entrega, de acogida (…).”
Esta invitación es un llamado para mantener viva la memoria de aquél que nos redime, Jesucristo, vivenciando los valores de la compasión, misericordia y aceptación. Somos testimonios vivos de su mensaje de esperanza y redención. Esto nos impulsa a compartir e implementar sus enseñanzas con todas las personas que encontramos en nuestro día, en especial, las mujeres que acompañamos en nuestros proyectos. Es en sus ojos, en cada paso que caminamos con fe en busca de la justicia social.
En un mundo tan marcado por la indiferencia y el individualismo, asumir las actitudes de Jesús es un desafío constante, significa cuidar las ovejas heridas que llegan a nosotros/as y buscar las perdidas, ofreciendoles el consuelo de la acogida, una puerta abierta para acceder a nuestra escucha, conocimiento y atención, siguiendo el ejemplo de nuestros fundadores, Madre Antonia y Padre Serra.
Que el Santísimo Redentor continúe guiándonos, para que seamos instrumentos de su gracia en cada encuentro con nuestras hermanas y hermanos, anunciando la vida y denunciando las injusticias, con nuestra manera de ser y estar en el mundo.