En este tiempo de CUARESMA, de preparación a la PASCUA, nos propusimos acompañar a Jesús con un compromiso personal de buenas acciones hacia los demás; simbolizándolo por medio de una pulsera violeta.
El Papa Francisco nos dice que: “la cuaresma es una invitación a superar nuestras faltas de fe, a seguir a Jesús en el camino de la cruz, para llegar con él a una transformación más plena de nuestras vidas”.
Si Pascua es un paso hacia la vida, en este camino, los gestos y las acciones son muy importantes, por eso:
Cuando nos escuchamos con atención y delicadeza… damos un paso hacia la pascua.
Cuando cuidamos nuestros vínculos y nos acompañamos… damos un paso hacia la pascua.
Cuando nos damos ánimo y fortalecemos en la esperanza… damos un paso hacia la pascua.
Cuando somos consuelo y abrazo para el dolor humano… damos un paso hacia la pascua.
Entonces, en el camino hacia la pascua podemos centrar todas nuestras energías para practicar y explicitar estos pasos. De ese modo, podremos celebrar una pascua vivencial y transformadora.
¡FELICES PASCUAS DE RESURRECCIÓN!
Prof. Sergio Baumgratz, Coordinador de Pastoral Catequesis.
Colegio Schönthal. Ciudad de Bs As, República Argentina