Dios sigue llamando a cada joven para realizarse y para realizar Su Proyecto en su vida. El acompañamiento vocacional, quiere mediar esta busqueda, a través de un camino de discernimiento.
Yo tuve la oportunidad de estar en este servicio durante siete años, acompañando a jóvenes de todo Brasil en esta busqueda de descubrir el sentido de su vida, descubrirse como persona y como vocacionada a un Proyecto de vida basado en los valores de Evangelio y del Reino de Dios.
Aprendí que en este servicio no hay recetas hechas, ya que cada persona es única y todavía contamos con algunos instrumentos para el discernimiento, es una arte que pide docilidad al Espíritu, sensibilidad al proceso de cada joven, disponibilidad y apertura para juntas recorrer un camino en confianza alimentado por la fe, por la oración y la apertura a Dios.
Sentía mucha alegría en esta misión cuando percibía que la joven llevaba en serio su proceso, se conocía más, aceptaba su historia y seguía deseosa de crecer, discernir su propia vocación, para dar una respuesta libre y valiente al seguimiento de Jesús, en una de las opciones de la vida.