Identificamos así la gran necesidad que tenían las mujeres de agruparse y compartir. Se potenció la empatía y solidaridad entre ellas, lográndose reflexionar acerca de las necesidades de la otra y sobre diferentes formas de apoyo mutuo.
Las mujeres se contactaban telefónicamente. Las demandas estaban en relación a las necesidades de procurar alimentos, traslados a sus lugares de origen. Se percibía miedo, ansiedad y desorientación.
La Pandemia transfronteriza es un “hecho social total” convulsa el conjunto de las relaciones sociales y conmociona a la totalidad de los actores, de las instituciones y de los valores.